La lucha incansable del gremio conducirá a la registración plena del trabajo médico, incluidos los residentes. Nuevas medidas garantizarán mayor registro

La AMAP lleva adelante un intensa tarea gremial, que se centra en defender los derechos laborales de los médicos. En este sentido trabaja en este momento en tres temas claves que afectan el trabajo profesional.

– La lucha de la AMAP por los médicos residentes

La Asociación de Médicos de la Actividad Privada trabaja activamente para lograr que la labor del residente en el sector privado de la salud sea considerada como un trabajo en relación de dependencia por un lapso determinado de tiempo que coincida con la duración de su formación durante la residencia. Este tema fue conversado con el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires con los objetivos de:
Lograr que la remuneración de los jóvenes que cursan su formación en el sector privado sea igual o mayor a la de los residente en el sector público, que ganan hoy el doble.
Lograr que las condiciones de la residencia sean razonables y no se obligue al médico a trabajar de 10 a 14 horas por día, lo que sumado a las guardias hace que se cumplan entre 100 y 110 horas laborales por semana, sin descansos adecuados. Así se lleva a la profesión a niveles casi de esclavitud.
Lograr que la residencia deje de ser uno de los trabajos con más renuncias en el primer año.
Lograr que el residente no sea más mano de obra barata.
Lograr que los niveles académicos y de capacitación sean lo suficientemente elevados para obtener especialistas altamente calificados, y que durante esa etapa de formación los jóvenes colegas nunca hayan sido maltratados por parte de los empleadores.
Sabemos que estos objetivos serán difíciles de alcanzar, pero seguiremos luchando en conjunto con otros sectores para conseguir que el médico residente goce de todos los derechos de un trabajador.

– El trabajo registrado de los médicos

La AFIP dictará una resolución que crea un indicador mínimo de trabajador, por el cual las empresas deberán regularizar la situación laboral de los médicos. Esto es en respuesta a un reclamo constante del gremio médico.

En la ciudad de Buenos Aires, y en gran medida como consecuencia de la lucha gremial de nuestro sindicato, el 60% de los médicos en el sector privado ya trabaja en relación de dependencia. Resta un 40% que en un mediano plazo, seguramente pasará a trabajar en blanco.

La situación en el resto del país es en cambio muy grave. En promedio, solo disponen de una relación formal de trabajo el 5% de los colegas, la inmensa mayoría no cuenta en cambio con la protección ni los derechos que implica un trabajo registrado.

Las razones son muchas. Algunas históricas, la profesión médica fue en sus inicios liberal, el profesional con su trabajo privado en su consultorio regulaba individualmente su tarea, y no existía consciencia de que los médicos constituían un colectivo. La complejización del sistema de salud, el surgimiento de las gerenciadoras, la precarización del trabajo en general, hicieron que la situación de la medicina como profesión liberal se viera cuestionada.

En este contexto, surgió la necesidad de que el médico se agrupe en el sector privado, para luchar por sus derechos y la mejora de sus condiciones laborales. Hay otras circunstancias que también influyen en la necesidad de que el trabajo sea registrado: las empresas deben cumplir con la Ley de Contrato Laboral. Y hoy, la inminente resolución de la AFIP que regulará la relación médico/cama y que exigirá la existencia de 173 médicos cada 100 camas, contribuirá a que la relación de dependencia se generalice en nuestro sector. Sin embargo, más allá de lo que exige la ley, muchos empleadores y aun algunos médicos se resisten al cambio.

Todavía hay colegas que piensan que como monotributistas ganan un poco más mensualmente, sin darse cuenta que cobran 11 meses contra los 13 que percibe un colega registrado, porque tiene aguinaldo, además de vacaciones anuales, licencias por enfermedad propia o familiar, obra social, ART, recibo de sueldo, etc.

Por su parte, los empleadores argumentan que el médico no quiere estar registrado como si el cumplimiento de la ley fuera optativo y voluntario. Sostienen que incrementar el costo laboral los perjudicaría financieramente y les generará dificultades económicas.

No sabemos el monto de dinero que deberán destinar para regularizar la situación ya que no están difundidos los números de médicos que deberían estar registrados. Un ejemplo lo planteó el periodista y economista Willy Kohan, que dijo: “El registrar a los médicos del Hospital Italiano le significa una cifra de 900 millones de pesos al año”. Es muy importante poder conocer esta cifra pues indica la cantidad de dinero que pertenece al médico y con la que se financia el Hospital Italiano. Por el contrario, el médico pone en riesgo su presente porque la empresa evade el aporte de obra social y es él mismo quien paga su cobertura, mínima, como monotributista y debe reforzarla con dinero propio. También se pone en riesgo el futuro del colega al no hacerse los aportes previsionales que le asignarán una jubilación mucho más digna que la que logrará como monotributista.

Esta doble evasión al único que beneficia es al empleador. El médico se ve obligado a aceptarlo para seguir manteniendo su trabajo.

En las reuniones entre la AFIP, la AMAP y los empleadores, estos intentaron explicar todos los inconvenientes que les generará la registración de los médicos; por su parte, la AFIP les indicó claramente que podían aceptar una mora, pero nunca una evasión.

– La resolución de la AFIP

La AMAP, como única entidad gremial médica con convenio colectivo de trabajo obligatorio en todo el país, desde el mes de noviembre mantiene encuentros conjuntos con las cámaras empresarias y la AFIP, en la toma de conocimiento y consenso de algunos puntos de una resolución que promulgará la AFIP, sobre un indicador mínimo de trabajadores (IMT) de los servicios médicos de la actividad privada de salud donde se establecen los recursos humanos mínimos presuntos que las clínicas, sanatorios y hospitales privados deberían tener como personal registrado para poder funcionar como prestador de salud de acuerdo al número de camas y al número de consultorios que posea.

Esta resolución es una respuesta a las denuncias efectuadas por la AMAP desde hace varios años por la falta de registración de los médicos en esas entidades privadas, que despojan a los profesionales de los derechos que le otorga la ley a todo trabajador registrado: vacaciones, ART, obra social, licencias, entre otros.

Creemos que ha llegado el momento en que los empresarios de la salud comprendan que si sus médicos trabajan en condiciones dignas, con sus derechos garantizados, en una relación formal de trabajo, ellos también se verán beneficiados porque el sistema funcionará como debe funcionar, y los empresarios estarán dentro de lo que dice la ley. Y ese no es un beneficio menor en un estado de derecho.

Dr. Héctor Garin, secretario General de la AMAP

El firme camino de la AMAP hacia el trabajo médico registrado. Por el Dr. Héctor Garín
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