Desde el otorgamiento de la Personería Gremial en 2007, la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP), logró revertir la forma de contratación de los médicos en la Ciudad de Buenos Aires que se desempeñan en el sector privado de la salud.
Pasamos de tener un 70% de médicos no registrados (coloquialmente llamado en «negro») y un 30% de profesionales en blanco, a invertir esa proporción, hemos logrado que en la actualidad haya un 70% de médicos registrados, bajo las normas de las leyes laborales vigente, con ART, vacaciones pagas, obra social, jubilación, aguinaldo, etc.
El DNU 70/23 y Ley Ómnibus impulsados por el Poder Ejecutivo intentan destruir la lucha iniciada por los trabajadores de la AMAP, ya que promueve la libre contratación, es decir, la no registración de los profesionales, la quita de horas extras, impone limitaciones al derecho a huelga y a la protección ante el despido arbitrario, cercena la posibilidad de reclamos, quita las indemnizaciones en caso de despidos y le brinda plenos poderes a los empresarios de la salud para hacer y deshacer a su antojo y sin sanción alguna, solo para mencionar algunas de las desregulaciones propuestas.
La AMAP, con Personería Gremial 1721, representa a todos los profesionales médicos que trabajan en el sector privado que se encuentran comprendidos en los diferentes convenios colectivos que se han ido celebrando con diferentes cámaras y empresas y, como hemos señalado, tiene por principal objetivo la registración laboral, para así poder devolverle al médico la dignidad como trabajador.
Por eso, le DIJIMOS NO AL DNU Y A LA LEY ÓMNIBUS y decidimos movilizarnos el pasado 24 de enero junto al movimiento de trabajadores organizado.
Nos manifestamos en defensa del derecho al trabajo digno y a la registración laboral, el derecho a percibir salarios acorde a nuestra función y responsabilidad, el derecho a la capacitación y perfeccionamiento profesionales, a una jubilación digna y para no retroceder en materia de protección social.
Salimos a la calle porque estamos convencidos de que el resguardo del derecho a la salud debe darse de forma irrestricta, del mismo modo que el derecho al desarrollo económico, el derecho a cuidar y explotar nuestros recursos naturales y el derecho al desarrollo cultural y científico.
No hay necesidad ni urgencia para las medidas decretadas, que perjudican en su totalidad al trabajador, al pueblo en su conjunto y a la soberanía de nuestro territorio.
Tenemos la obligación de defender el sistema laboral y sindical argentino hoy más que nunca, luchando en pos de todas y cada una de nuestras conquistas y bregando por la unidad del gremio médico para fortalecer la lucha, porque consideramos que la sindicalización es el único camino para lograr el respeto de los derechos laborales y para obtener mejores condiciones de trabajo.
Ni un paso atrás.
