1 de mayo de 2022, día de luto

En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, la AMAP reflexiona sobre la importancia de reivindicar la lucha de quienes nos han precedido y mantener vigente la defensa de los derechos adquiridos de los trabajadores

“Una injusticia hecha a un individuo es una amenaza a toda la sociedad” – Montesquieu

Fueron hombres y mujeres, que a lo largo de la historia y en condiciones mucho más desfavorables que las actuales, entregaron sus propias vidas en las batallas por la conquista de derechos laborales que hoy casi de manera indiferente, todos gozamos.

Por ello, como cada día 1 de mayo, queremos honrar a aquellos mártires y saludar a todos los trabajadores, en particular a los médicos y médicas en su día. Pero también comprometerlos, como cada año, a continuar defendiendo esos derechos amparados por la Constitución Nacional, las leyes laborales y las normas legales y supralegales que los garantizan. Y particularmente, convocarlos a defender el derecho a la libre asociación sindical sin injerencias de empleadores ni de las administraciones políticas de turno.

Lamentablemente en estas fechas, los médicos estamos atravesando -como colectivo de trabajadores-, una situación grave y alarmante ante acciones directas de violación explícita de esos derechos por parte de las autoridades del Hospital Italiano de Buenos Aires, quienes desconocieron a nuestro sindicato de médicos con personería gremial y la postulación de colegas como representantes genuinos de los profesionales que allí trabajan, e impidieron la realización de elecciones lícitas dentro de la institución (fiscalizadas por el Ministerio de Trabajo). Además, desconocieron el resultado de estas elecciones e ilegal e impunemente, despidieron a cuatro de los cinco representantes gremiales electos que llevan años trabajando “en negro”, sin derechos laborales dentro del hospital.

Entendemos a esta altura de los acontecimientos que no se trata simplemente del despido inicuo de cuatro trabajadores de una empresa privada lo que -una vez más- está verdaderamente en juego, sino es el futuro de las conquistas laborales en nuestro país lo que está comprometido.

Para los trabajadores, profesionales o no, conmemorar cada año el Día de los Trabajadores significa apoyar todo reclamo en el que se reivindiquen esos derechos adquiridos por la lucha de quienes nos han precedido en la vida y los que promuevan mejoras en las condiciones de trabajo; pero mucho más enérgica debe ser la defensa cuando deliberadamente se pretenda violar la legislación mediante el ejercicio de prácticas desleales.

Una circunstancial violación de estos derechos por complicidad de la Justicia o por desamparo del Estado, promovida por una empresa económicamente poderosa pondría en serio riesgo la continuidad y subsistencia de la legislación laboral vigente, sentando un precedente peligroso en favor de la tan promovida flexibilización laboral para exclusivo beneficio de unos pocos. De los mismos que la fomentan, precisamente.

“Permitir una injusticia es abrir el camino a todas las que siguen” – Willy Brandt

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